31 de julio de 2009

La Historia de Cristian Eduardo Barrera Donoso

Advertencia 1: Cualquier relación con la realidad ya sea de nombres o de la historia, es solo COINCIDENCIA. Esto es pura ficción.
Advertencia 2: Si tiene un criterio sencible, no es recomendable que lea esta historia.

Cristian Eduardo Barrera Donoso era un joven que pese a su disgusto, formaba parte de la sociedad chilena. De maneras complicadas, desalineado y desadaptado, mal mirado, despreciado e inentendido, pasaba sus días merodeando por las comunas santiaguinas en busca de su destino. Para ser franco, solo vagaba por ahí porque no tenía cosa mejor que hacer.
Cultivaba en su interior un fuerte desprecio por la sociedad, por la gente que la conforma -incluido él-, por sus estúpidas reglas y todo lo relacionado con ella. Mantenía con la sociedad capitalina una recia y recíproca relación: El la despreciaba y ésta le correspondía.
A la edad de 15 años, fue abandonado por sus padres a la orilla de un canal en Pudahuel. Lo drogaron y dejaron solo ante el mundo, luego emprendieron un viaje fuera del país y nunca más supo de ellos.
Creció desarrollándose en un ambiente ostil, y acumulando en su interior... nada, la verdad es que no era muy bueno meditando.
Pero un día, la vida de nuestro joven amigo sufrió un cambio inesperado, conoció a una linda señorita de su misma edad, de buenos modales, bien vestida y perfumada.
Esta hermosa joven (no referiré su nombre por respeto a su persona y a sus cercanos) provenía de buena familia, acomodada y muy religiosa, y sintió por Cristian Eduardo Barrera Donoso tímida simpatía pero más que nada lástima.
Ella lo rescató de su mugrosa vida, comenzando una pequeña relación amorosa.
Después de poco tiempo, llegó la inevitable e intimidante presentación familiar. Luego de un almuerzo marcado por los inexistentes modales de él y la angustia molestia de los padres de ella, se acomodaron en el living para tomar el bajativo. Entonces el corpulento padre de la muchacha se dirigió a nuestro protagonista preguntándole: "Y, dime Cristian Eduardo, ¿Cuales son tus planes con mi hija?" A lo que el joven respondió con soltura: "Hacerla cagar en la cama po' tío".

Pancho Donoso 'Woodstowsky'

Vivo (Se dice que)

Por Eduardo García

Estaban las luces rojas encendidas, pensé que sucedía algo malo, y fue por eso que decidí entrar. Cómo seré de fanático que hasta me parece simpático el vocalista de Oasis. Entré al lugar, de vidrios polarizados, con un olor a perfume de frutas que llegaba a provocar pequeñas lágrimas en mis ojos, mientras muchos señores de cuello y corbata, no muy letrados, se dedicaban a tomar cerveza. Una mujer de lentes de contacto, teñida con Blondon, con una sexy ponchera cervecera, me saluda con un beso en los labios y me pide que la invite una cerveza. La mía costaba luca y la de ella, luca y media. No sé por qué, pero salí arrancando despavorido. Después supe que me dio asco el lugar. Caminé una sucia calle donde reinaban los restos de un día estresante, taxistas piratas ofreciendo llevarte a casa por luquita...
Me fui a la casa, sin más que un libro y una cerveza. Llegué y eché mi humanidad en la cama, hasta mañana, cuando otra vez no tenga qué decirle al mundo.

30 de julio de 2009

ESA EXTRAÑA MANERA DE CONTAR CUENTOS

2009. Publizo

Esta nueva entrega de Eduardo García consiste en un pequeño libro de bolsillo, compuesto de cuatro cuentos breves, los que juntan un sentido común: la composición de la sociedad, integrada por niños, hombres, mujeres y quienes los gobiernan. Son cuatro historias que no tiene mucho que ver entre sí, pero donde se delata esa íntima conexión que cada cual tiene con quién está al lado cuando una obsesión nos gobierna.

Descarga el libro AQUÍ

29 de julio de 2009

REFRANES
*
Quien bien ama, bien desama.
*
Dice que la persona que es capaz de sentir un amor intenso, también es capaz de odiar con la misma intensidad. En razón de ello se ha dicho que: DEL AMOR AL ODIO HAY SÓLO UN PASO.

Tomado de acueductoazul

yo

Cuando despierto sin ánimo y me duele la cabeza.
Cuando pasé una de noche de aquellas que te dejan peor que cuando te acostaste.
Cuando solo quisiera dejar los pensamientos que me dan dolor de güata.
A penas me destapo y me siento en la orilla de la cama, ahí justo donde el colchón está formando una cavidad. Mis pies entran en contacto con el frío suelo.
Eso es suficiente para darme vuelta, acostarme y taparme hasta la oreja, tratando de que vuelva el calor que perdí cuando intenté levantarme.
Y me entrego sin más resistencia. Y mando a viajar a su suerte todo lo que 'debería' o 'podría' estar haciendo y a todos los personajes con los que 'debería' o 'podría' estar compartiendo o negociando o quizás que.
Y revivo preciosos momentos vividos, que me dan ansiedad y dolor de güata, pero son tan hermosos que sigo recordándolos.
Para que hablar de los momentos que pasé con aquella persona. No viene al caso. Además, esos si que me dan ansiedad y dolor de güata.
Podría pasar así todo el día, recordando canciones, tarareándolas, recordando gente, extrañándola u odiándola, imaginando el día nublado y helado que hay afuera, y del que me refugio entre la ropa de mi cama.
Esos días son flojos e inútiles... pero valen la pena.

Pancho Donoso Woodstowsky

Pufs

Por Eduardo García

Hablar de ti

morir ante Dios
Jalar aceitunas
correr hacia atrás

Mirar tus ojos
comer de tu alimento
besar tus brazos
comerme tu cuello

Incendiar una casa
romper esquemas
Declararse lesbiano
resucitar un martes 13

Quizá sentir
quizá morir
quizá pensar
quizá mata

¿Es lo mismo acaso que partir de cero?

presentación

No podría haberlo hecho mejor... En realidad si, pero me da paja.
Pancho Donoso.

28 de julio de 2009

Presentación escuálida

Soy Eduardo García. Son las 2:10 de la madrugada y hemos decidido crear un blog conjunto con Francisco Donoso. La idea es compartir experiencias desde dos perspectivas quizá un poco diversa, pero que muchas veces llegará a naufragar en el mismo mar. ¿O algo así?
En realidad no hay perspectivas, ni intenciones, solo escribiremos.
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